14/6/07

Capítulo 2

La alarma se activó en la base de protección más cercana. No era lo habitual, no existía un protocolo para esta situación. Nunca antes había sucedido nada igual, al menos que alguien recordara o hubiera constancia en los archivos; así que tras la confusión inicial se enviaron dos patrullas de reconocimiento especiales.

Las patrullas de reconocimiento especiales eran las enviadas normalmente en situaciones en las que no se conoce la magnitud exacta de la emergencia, aunque siempre estaban preparadas para lo peor. Llevaban equipos sanitarios avanzados, trajes de seguridad ignífugos, cámaras de cuarentena...

Los levitadores estaban listos prácticamente desde que detectaron el suceso, sólo faltaba la aprobación para la actuación por parte del consejo. No tardaron mucho en decidirse, pues los miembros querían intervenir pronto para prevenir posibles peligros en la pacífica existencia de su ciudad.

No tardaron en llegar, sobrevolando una primera vez toda la zona para enviar una valoración de la situación; era algo que realmente nunca antes habían visto y por lo tanto decidieron que no sabían si sería necesario más equipo. Descendieron para ver el objeto más de cerca y comprobar si necesitarían refuerzos.

Mientras bajaban a tierra observaron en qué estado habían quedado los árboles, todo el perímetro circular que se había formado se encontraba carbonizado, y justo en el centro, a diez metros del borde había una esfera de color blanco enorme de unos cien metros de diámetro medio hundida en el suelo.

Se acercó a pie un pequeño grupo mientras los demás descargaban el material y pedían refuerzos acorde con la situación.

Cuando uno de los que se acercaron tocó la nave, a unos centímetros de su mano salió un chorro de vapor a presión e instintivamente dio un salto hacia atrás. Al mirar el chorro se dio cuenta de que tenía forma rectangular y que estaba haciendo sobresalir lo que parecía una puerta.

La estructura rectangular se deslizó hacia arriba, dejando el borde inferior a ras de suelo, y una entrada a lo que parecía un pasillo sin iluminación alguna.

11/6/07

Capítulo 1

Prólogo

Hasta dónde llegan los límites del ingenio, de la inventiva, de la creación, la crueldad y la destrucción humana...

No parece haber límite, cuantas más cosas inventa o descubre, más formas de sufrimientos es capaz de aplicar con ellos.

La humanidad es una raza orgullosa, incapaz de aceptarse entre sus propios miembros, autodestructiva, capaz de inventar deidades a las que culpar para excusarse por las masacres que se autoinflige.

Comparando esto con las oportunidades que tiene y aprovecha para tratar de hacer cosas constructivas en favor del beneficio común, más bien se podría decir que lo humano es naturalmente malvado.



Las primeras luces de la mañana empezaban a colorear el oscuro cielo de la noche con tonalidades cada vez más claras de la gama. Las estrellas empezaban a perder brillo tras una noche sin nubes ni lunas, cuando una estela de fuego cruzó el cielo dirigiéndose cada vez más lentamente hacia el suelo, como si tuviera la intención de tomar tierra suavemente.

Quienes lo vieron, sorprendidos y deslumbrados al intentar distinguir de qué se trataba lo que causó el fenómeno, sintieron una mezcla de miedo y curiosidad. Un grupo acampado cerca, acababa de empezar a recoger para continuar con su excursión durante el nuevo día, cuando ocurrió el descenso, terminando con un ligero temblor, el cual silenció a todas las criaturas que allí habitaban.

El grupo acampado estaba compuesto por seis personas. Se miraron entre ellos preguntándose si lo habían visto y qué hacer.